Browsing by Subject "2009"
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ItemAlternativas a la problemática ocasionada por lactosueros en el Valle de Tulancingo, Hidalgo.(Universidad Autónoma Chapingo, 2009) Gómez Alcántara, Antonio ; Cervantes Escoto, Fernando ; Altamirano Cárdenas, J. Reyes ; Garza López, Jesús Ma.El impacto más importante de las industrias agroalimentarias sobre el medio ambiente es la contaminación generada por residuos. Por lo tanto, la gestión de los mismos se convierte en el aspecto más relevante de la problemática ambiental actual de estas empresas. El sector agroalimentario es considerado por la legislación ambiental como un sector contaminante, no tanto por la peligrosidad de sus residuos, sino por la cantidad que genera. Las industrias queseras son consideradas entre las más contaminantes, por lo que deberán realizar, a corto plazo, un control integrado de la contaminación, informar de las emisiones, adaptarse a las condiciones ambientales, entre otras acciones, dentro del modelo de desarrollo sostenible que se pretende implantar a escala mundial (IDC, 2005). El objetivo de este estudio es el planteamiento de alternativas a la problemática ambiental ocasionada por lactosueros en el Valle de Tulancingo, Hidalgo, con el propósito de contribuir al fortalecimiento de la eficiencia productiva, así como prevenir y minimizar los efectos ambientales de las empresas industrializadoras de queso en la región y de esta manera aumentar su competitividad y presencia en el mercado. La necesidad de alcanzar una serie de acciones que permitan conseguir una actividad industrial en línea con el medio y la seguridad alimentaria implica establecer actividades que solventen los problemas medioambientales descubiertos, para llegar a un desarrollo sostenible a mediano y largo plazos, y mejorar la calidad de vida de la población sin poner en riesgo los valores naturales ni los patrimonios culturales.
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ItemEtapas del mapeo de redes territoriales de innovación.(Universidad Autónoma Chapingo, 2009) Rendón Medel, Roberto ; Aguilar Ávila, Jorge ; Altamirano Cárdenas, J. Reyes ; Muñoz Rodríguez, Manrrubio ;De acuerdo con Ackoff (2002), existen cuatro maneras básicas para tratar un problema: la absolución, la resolución, la solución y la disolución. 1. Absolver un problema consiste en ignorarlo y esperar que desaparezca o se desenrede solo. 2. Resolver un problema consiste en tomar alguna acción razonable, que satisface. Quienes resuelven problemas los enfocan clínicamente; se apoyan principalmente en la experiencia, experimentación, juicios cualitativos y sentido común. Tratan de identificar la causa del problema, eliminarla y retornar al estado precedente. 3. Solucionar un problema consiste en tomar la mejor acción posible, la que optimiza. Quienes solucionan problemas los enfocan científicamente, se apoyan en especial en la experimentación y en el análisis cuantitativo. 4. Disolver el problema es eliminarlo, rediseñando el sistema que lo incluye. Así pues, quienes disuelven problemas tratan de idealizar, esto es, aproximarse a un sistema ideal, y de este modo conseguir un desempeño en el futuro, superior al mejor que pueda tenerse hoy.
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ItemLa lechería familiar en México.(Universidad Autónoma Chapingo, 2009) Cesín Vargas, Alfredo ; Cervantes Escoto, Fernando ; Álvarez Macías, AdolfoLa cantidad importante de personas, producto de las altas tasas de crecimiento demográfico que tuvo México durante las tres primeras décadas de la segunda mitad del siglo XX, y que pretendieron ingresar al mercado laboral a partir de los primeros años de la década de los ochenta...
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ItemMicroempresas y formación de patrimonio en los hogares rurales. Un acercamiento a partir de las agroindustrias en Tlaxcala.(Universidad Autónoma Chapingo, 2009) Pérez Sánchez, Alfonso ; Altamirano Reyes, J. ReyesEl medio rural mexicano ha sufrido cambios importantes en los últimos treinta años. Destaca el descenso de la importancia de la agricultura como fuente generadora de ingresos, provocado, entre otros factores, por la reducción de los precios reales de los productos agropecuarios (fenómeno que se revirtió a partir del año 2007 con la crisis alimentaria mundial), pero han aumentado los niveles de pobreza y la migración de cientos de miles de personas con la finalidad de encontrar un empleo mejor remunerado. Para el año 2004 se estimó que 28% de los habitantes en zonas rurales de la República Mexicana se encontraba en pobreza extrema y 57% en pobreza moderada , lo cual representa 7.2 y 14.8 millones de personas, respectivamente. Esto implica que del total de la población en condiciones de pobreza extrema que vive en México, 60.7% se ubica en el medio rural (Banco Mundial, 2005). Ante este panorama, la población rural ha buscado y generado otras alternativas de fuentes de trabajo, de tal manera que en la actualidad los hogares rurales realizan diversas actividades económicas, tanto agropecuarias como no agropecuarias, para obtener ingresos que le permitan la manutención. A este fenómeno se le ha llamado pluriactividad económica y es una realidad en el medio rural. Una evidencia de esta pluriactividad económica, es el cambio de la composición del ingreso de los hogares, en comparación con la de finales de los años ochenta e inicios de los noventa. El Banco Mundial afirma que en el año 1992, los ingresos de los hogares rurales derivados de la agricultura independiente representaban el 38.5%
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ItemQueso cotija: Denominación de origen o denominación genérica.(Universidad Autónoma Chapingo, 2009) Pomeón, Thomas ; Boucher, Francois ; Cervantes Escoto, FernandoUna indicación geográfica (IG) es el nombre de un lugar utilizado para identificar un producto cuyo origen se asocia con su calidad y/o reputación y/u otras características. Según el país, varios instrumentos legales han sido elaborados para regular el uso de la IG: denominación de origen, indicación geográfica protegida, marca colectiva, marca de certificación, etcétera. Se estudió el impacto de las IG desde varios enfoques, entre ellos el de Sistemas Agroalimentarios Localizados (SIAL) (Fournier, 2007). Los SIAL se basan en la articulación entre una cadena productiva y un territorio. En la orientación de la economía territorial y de los enfoques de distritos industriales, clústeres o sistemas productivos localizados se analiza el anclaje territorial de una producción, las proximidades entre actores y las diferentes dinámicas que eso genera. Boucher (2004) concibe la activación de un SIAL como la movilización colectiva de recursos territoriales. Varios estudios sobre SIAL destacan los procesos de calificación como modo de activación del territorio (Fournier, 2007; Boucher, 2004; Correa et al., 2004). La calificación territorial remite a la incorporación en un producto de un conjunto de recursos territoriales que definen su calidad y su carácter único. Esos recursos pueden ser materiales o inmateriales y son asociados al grupo humano local. Dentro de esos recursos, los saberes técnicos y relacionales constituyen el eje central del anclaje en el lugar, puesto que definen los modos de apropiación y las condiciones de movilización de los diferentes recursos durante la producción, transformación y comercialización de un producto (Linck, 2006). En este sentido, los recursos territoriales forman un sistema y constituyen el patrimonio1 del grupo local, que puede ser valorizado y protegido a través de un proceso de calificación. Un proceso de calificación implica la definición colectiva de modalidades de producción y el establecimiento de reglas y procedimientos de control. Las indicaciones geográficas constituyen una forma de procesos de calificación; pueden generar una renta territorial, vinculada a la construcción de un monopolio colectivo (Linck, 2005), o sea que la producción de un bien dado está reservada a un grupo localizado, bajo ciertas condiciones. Esa situación permite obtener un sobreprecio para los productos que se benefician de una IG, por su carácter original y único. Belleti et al. (2005) y Lence et al. (2006), entre otros, destacan los beneficios vinculados con la atribución de una IG, en particular para el desarrollo territorial. Esos beneficios llamaron la atención de actores del desarrollo rural en América Latina. Sin embargo, los estudios que mencionamos se enfocan a casos europeos donde las IG están ya bien implantadas. Por lo tanto, la problemática del establecimiento de una IG en México será el eje central de este artículo.
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ItemEl sistema agroalimentario localizado (SIAL): Otra visión de la lechería de la región centro de Michoacán.(Universidad Autónoma Chapingo, 2009) Bello Orbe, René ; Cervantes Escoto, Fernando ; Altamirano Cárdenas, J. Reyes ; Boucher, FrancoisEn México, la producción de leche de bovino es de gran importancia económica y social, debido a la función que desempeña como proveedor de nutrientes, generadora de ingresos y como ente aglutinador. En esta actividad coexisten unas 70 mil empresas dedicadas a la producción de lácteos, las cuales, en conjunto, generan aproximadamente 400 mil empleos permanentes (INEGI, 2002; Ángeles et al., 2004). Se caracteriza además por su diversidad ambiental y cultural, puesto que la producción de leche se desarrolla tanto en las partes altas del país como a nivel del mar, en donde es posible encontrar una gran variedad de unidades de producción (UP) cuyo tamaño oscila desde las que tienen dos o tres vacas hasta aquellas que poseen 500 o más. La producción de leche de bovino en México ronda los 10,005 millones de litros anuales, mientras que la demanda del mercado nacional de leche se sitúa en los 14,880 millones de litros al año, situación que arroja un déficit del 47.9%. En el primer semestre de 2006, fueron autorizados volúmenes de importación por 47 mil toneladas de leche en polvo y preparaciones alimenticias, circunstancia que colocó a México como el mayor importador en el mundo. Por ejemplo, la importación de leche en polvo representó el 13.9 por ciento del flujo mundial, lo cual ubicó a México como el segundo importador en el mundo de ese producto. En quesos adquirió el 8.0 por ciento y en leche fluida el 20.8 por ciento de la producción mundial (Infoaserca, 2005). La importación de leche en polvo descremada por encima de los cupos fijados en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), así como el acelerado crecimiento de importaciones de preparaciones alimenticias a base de productos lácteos y de sueros, lactosueros, quesos, yogurt y mantequilla, de manera paulatina están sustituyendo y agravando la problemática de la lechería en el país. Se estima que las importaciones de productos lácteos ocasionan pérdidas económicas por un monto cercano a 15.2 millones de pesos diarios, además de impactar de manera negativa a unos 400 mil productores al dificultar la comercialización de cuatro millones de litros de leche en el país (Comisión Especial de Ganadería, de la Cámara de Diputados, 2006). En México, al igual que en el resto de los países en desarrollo y en transición, alrededor del 80% de la leche (200,000 millones de litros por año) que consume la población proviene de los mercados informales —el proceso de comercialización se desarrolla bajo reglas que están definidas de manera implícitas en el mercado— (FAO, 2008), esto se debe en parte a la existencia de un gran número de UP de leche a pequeña escala.