El minifundio mexicano en el contexto de una nueva estrategia alternativa

Abstract

La tendencia actual de la política agrícola y agraria, es hacer del campo un sector productivo y eficiente, a fin de poder competir en un mercado internacional, con productos de mejor calidad y mayor cantidad. Sin embargo, tal competencia será un tanto difícil, debido a los graves y complejos problemas actuales del campo mexicano, pues no son problemas surgidos de la noche a la mañana, sino que, por el contrario, tienen un largo proceso histórico de acumulación: falta de infraestructura, asesoría técnica deficiente, créditos no oportunos, precios distorsionados, prácticas corruptas, entre otros aspectos; todo esto aunado al crecimiento demográfico y pulverización de la tierra. De ahí que sea necesario primero, reconocer las condiciones y posibilidades económicas, sociales, culturales y agroambientales de las diferentes regiones del país; segundo, implementar conjuntamente sociedad-Estado condiciones favorables en crédito, investigación, mercado, etc., que le permita al campo avanzar en su desarrollo. En este contexto, el minifundio debe contar con una política eficaz de apoyo y fomento, que le permita insertarse en un modelo alternativo diferencial, desde el punto de vista regional. A este respecto, como punta fundamental, es importante retomar una gama de experiencias locales de proyectos productivos, para la formulación de una política más amplia. Tal política, podrá promover la repetición de esas experiencias en otras regiones o en su defecto, estas podrán abrir nuevos espacios, oportunidades y opciones para desarrollar alternativas propias, acordes a la región de que se trate.