Reporte de investigación
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Browsing Reporte de investigación by Author "Boucher, Francois"
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ItemQueso cotija: Denominación de origen o denominación genérica.(Universidad Autónoma Chapingo, 2009) Pomeón, Thomas ; Boucher, Francois ; Cervantes Escoto, FernandoUna indicación geográfica (IG) es el nombre de un lugar utilizado para identificar un producto cuyo origen se asocia con su calidad y/o reputación y/u otras características. Según el país, varios instrumentos legales han sido elaborados para regular el uso de la IG: denominación de origen, indicación geográfica protegida, marca colectiva, marca de certificación, etcétera. Se estudió el impacto de las IG desde varios enfoques, entre ellos el de Sistemas Agroalimentarios Localizados (SIAL) (Fournier, 2007). Los SIAL se basan en la articulación entre una cadena productiva y un territorio. En la orientación de la economía territorial y de los enfoques de distritos industriales, clústeres o sistemas productivos localizados se analiza el anclaje territorial de una producción, las proximidades entre actores y las diferentes dinámicas que eso genera. Boucher (2004) concibe la activación de un SIAL como la movilización colectiva de recursos territoriales. Varios estudios sobre SIAL destacan los procesos de calificación como modo de activación del territorio (Fournier, 2007; Boucher, 2004; Correa et al., 2004). La calificación territorial remite a la incorporación en un producto de un conjunto de recursos territoriales que definen su calidad y su carácter único. Esos recursos pueden ser materiales o inmateriales y son asociados al grupo humano local. Dentro de esos recursos, los saberes técnicos y relacionales constituyen el eje central del anclaje en el lugar, puesto que definen los modos de apropiación y las condiciones de movilización de los diferentes recursos durante la producción, transformación y comercialización de un producto (Linck, 2006). En este sentido, los recursos territoriales forman un sistema y constituyen el patrimonio1 del grupo local, que puede ser valorizado y protegido a través de un proceso de calificación. Un proceso de calificación implica la definición colectiva de modalidades de producción y el establecimiento de reglas y procedimientos de control. Las indicaciones geográficas constituyen una forma de procesos de calificación; pueden generar una renta territorial, vinculada a la construcción de un monopolio colectivo (Linck, 2005), o sea que la producción de un bien dado está reservada a un grupo localizado, bajo ciertas condiciones. Esa situación permite obtener un sobreprecio para los productos que se benefician de una IG, por su carácter original y único. Belleti et al. (2005) y Lence et al. (2006), entre otros, destacan los beneficios vinculados con la atribución de una IG, en particular para el desarrollo territorial. Esos beneficios llamaron la atención de actores del desarrollo rural en América Latina. Sin embargo, los estudios que mencionamos se enfocan a casos europeos donde las IG están ya bien implantadas. Por lo tanto, la problemática del establecimiento de una IG en México será el eje central de este artículo.
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ItemEl Sistema Agroalimentario Localizado (SIAL): El caso de los quesos de Tlaxco, Tlaxcala.(Universidad Autónoma Chapingo, 2005) Pomeon, Thomas ; Boucher, Francois ; Cervantes Escoto, Fernando ; Fournier, StéphaneEl sector lechero mexicano enfrenta desde hace años los cambios ocurridos en el marco de la internacionalización de los mercados (Del Valle, 2002). Especialmente desde la entrada en vigor del TLCAN3, la importación de productos con muy bajos aranceles, o prácticamente sin ellos, favorece la baja de los precios de la leche en el mercado doméstico. Así la leche en polvo, que en comparación con la fluida es más barata y fácil de manejar, se ha impuesto cada vez más en la industria, lo que ha inducido el mantenimiento de precios bajos a los productores (Cervantes, 2003). De la misma manera, la importación de quesos, junto al bajo poder de compra de los mexicanos, ha influido en el mercado, manteniendo bajo el precio del queso (Ortega et al., 2002). Esa situación ha conducido a nuevas condiciones y reglas de trabajo en los diferentes eslabones de la cadena láctea, desde los ganaderos hasta los comerciantes de derivados de la leche. En el municipio de Tlaxco, ubicado en el norte del estado de Tlaxcala,4 la tercera parte de su población económicamente activa está ocupada en el campo. Por superficie dedicada a la agricultura, este municipio es el segundo más importante en producción agrícola en el estado, donde la ganadería se ha desarrollado como complemento lógico de la misma. El municipio forma una cuenca lechera tradicional, tecnológicamente retrasada, integrada por muchos pequeños productores que practican una ganadería familiar de traspatio. Debido a la disponibilidad de leche, se desarrolló una concentración de producción y venta de queso, en particular en la cabecera municipal, aunque también en las comunidades. A nivel regional, Tlaxco ha adquirido fama como zona quesera (se encuentra en el paso hacia el estado de Veracruz, y muchos turistas que transitan hacia allá paran para comprar queso). Ahí se encuentran todos los agentes implicados en la cadena: productores de leche, recolectores, queseros y comerciantes. Así, en la situación macroeconómica actual surge la pregunta: ¿cómo es que en Tlaxco los diferentes actores de la cadena de producción del queso se insertan en el mercado y enfrentan sus retos?
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ItemEl sistema agroalimentario localizado (SIAL): Otra visión de la lechería de la región centro de Michoacán.(Universidad Autónoma Chapingo, 2009) Bello Orbe, René ; Cervantes Escoto, Fernando ; Altamirano Cárdenas, J. Reyes ; Boucher, FrancoisEn México, la producción de leche de bovino es de gran importancia económica y social, debido a la función que desempeña como proveedor de nutrientes, generadora de ingresos y como ente aglutinador. En esta actividad coexisten unas 70 mil empresas dedicadas a la producción de lácteos, las cuales, en conjunto, generan aproximadamente 400 mil empleos permanentes (INEGI, 2002; Ángeles et al., 2004). Se caracteriza además por su diversidad ambiental y cultural, puesto que la producción de leche se desarrolla tanto en las partes altas del país como a nivel del mar, en donde es posible encontrar una gran variedad de unidades de producción (UP) cuyo tamaño oscila desde las que tienen dos o tres vacas hasta aquellas que poseen 500 o más. La producción de leche de bovino en México ronda los 10,005 millones de litros anuales, mientras que la demanda del mercado nacional de leche se sitúa en los 14,880 millones de litros al año, situación que arroja un déficit del 47.9%. En el primer semestre de 2006, fueron autorizados volúmenes de importación por 47 mil toneladas de leche en polvo y preparaciones alimenticias, circunstancia que colocó a México como el mayor importador en el mundo. Por ejemplo, la importación de leche en polvo representó el 13.9 por ciento del flujo mundial, lo cual ubicó a México como el segundo importador en el mundo de ese producto. En quesos adquirió el 8.0 por ciento y en leche fluida el 20.8 por ciento de la producción mundial (Infoaserca, 2005). La importación de leche en polvo descremada por encima de los cupos fijados en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), así como el acelerado crecimiento de importaciones de preparaciones alimenticias a base de productos lácteos y de sueros, lactosueros, quesos, yogurt y mantequilla, de manera paulatina están sustituyendo y agravando la problemática de la lechería en el país. Se estima que las importaciones de productos lácteos ocasionan pérdidas económicas por un monto cercano a 15.2 millones de pesos diarios, además de impactar de manera negativa a unos 400 mil productores al dificultar la comercialización de cuatro millones de litros de leche en el país (Comisión Especial de Ganadería, de la Cámara de Diputados, 2006). En México, al igual que en el resto de los países en desarrollo y en transición, alrededor del 80% de la leche (200,000 millones de litros por año) que consume la población proviene de los mercados informales —el proceso de comercialización se desarrolla bajo reglas que están definidas de manera implícitas en el mercado— (FAO, 2008), esto se debe en parte a la existencia de un gran número de UP de leche a pequeña escala.