(Universidad Autónoma Chapingo, 2011)
De la Fuente Hernández, Juan
Es comúnmente aceptado que a partir de los años cuarenta sucede un largo periodo de repliegue del movimiento campesino en el país. De manera tal que, según esta opinión, desde el convulso sexenio del general Lázaro Cárdenas (1934-1940), la lucha social no vuelve a asomarse sino hasta principios de los años setenta, cuando la movilización por el acceso a la tierra de nueva cuenta aglutina el descontento campesino, con el despliegue de la toma de tierras y el cuestionamiento del régimen corporativo en el campo. Tres décadas de paz y tranquilidad, según reza la historia oficial y de derechas, o de reflujo de la movilización, misma que se compagina con el hundimiento del país en la noche autoritaria, según cuentan las lecturas elaboradas desde las izquierdas. Como sea, el consenso entre los ruralistas es claro: fuera de determinados hechos de inconformidad, de la presencia de algunos líderes y de disminuidos colectivos que heroica -o tercamente- se empeñan en mantener su disposición agrarista y de oposición al régimen, el panorama nos brinda una continuidad «revolucionaria» sin mayores contratiempos ni sobresaltos.